La velocidad de nuestro PC no solo se ve limitada por las características del hardware, sino también por aspectos internos que pueden ralentizar el funcionamiento del software, lo que se traduce en una experiencia general de lentitud a la hora de usar nuestro PC. Una de las formas más fáciles de resolver esto es hacer una copia de seguridad del disco duro y formatear para limpiar y no dejar nada más que el sistema operativo fluyendo libremente como cuando recién compraste el ordenador, pero si no tienes tiempo para esto y lo que requieres es algo que solucione la lentitud de tu ordenador de forma más o menos inmediata, aquí te dejamos algunos consejos que pueden servirte para mejorar la velocidad de tu PC.
Borra archivos que no utilices: Nuestro disco duro es como una caja de herramientas, si la tienes desorganizada te tomara varios segundos cada vez que quieras tomar una herramienta, a menos que tengas muy pocas herramientas en la caja. Lo anterior puedes entenderlo como que, a menor cantidad de archivos, tu sistema operativo puede desenvolverse de manera más fluida pues le es más sencillo buscar y ejecutar un determinado archivo o programa.
Desinstala los programas que no utilices: Este consejo es similar al anterior, pero vale la pena tomarlo como un punto a parte pues además de ocupar espacio demandan recursos del sistema, lo que por ende resta eficiencia a otros procesos del sistema y que se pueden traducir en lentitud.
Cabe decir que en este punto el tamaño del programa es solo un factor, pues buena parte de los programas funcionan en segundo plano, ya sea manteniéndose ligeramente activos para un acceso rápido a la hora de volver a usarlos o bien, demandando actualizaciones automáticas muy frecuentes. Dicho esto, borra todo programa que no hayas utilizado en varios meses y que no tengas pendiente su uso para alguna tarea, pues, aunque pueda ocupar poco espacio, puede hacer lento tu PC al consumir recursos.
Depura los archivos temporales: Este tip también tiene el principio de eliminar lo que no se utiliza, pero a diferencia de un archivo o un programa, los datos de archivos temporales no están cómodamente a la vista. Es muy sencillo limpiar los archivos temporales, pero no abordaremos como hacerlo pues puedes hacer una búsqueda en Google y realizarlo en dos minutos, lo que si debes saber es que es importante hacerlo, además de que es uno de los aspectos más pasados por alto que causan lentitud en el ordenador.
Mejora el hardware: En ocasiones dar una pequeña mejora al hardware es una mucho mejor idea a comprar un ordenador nuevo. No es necesario realizar una gran inversión, aspectos como mejorar la memoria RAM o instalar un sistema de ventilación más eficiente puede ayudar a tu ordenador a soportar de forma decente cargas grandes de trabajo, como las típicas al momento de la edición de proyectos audio visuales. Si tienes alguna duda, tiendas como Portatilmovil pueden orientarte sobre sin una RAM, tarjeta gráfica o ventilación es compatible con tu PC.
Desfragmenta tu disco duro: Imagina que el disco duro es un espacio físico real, cuando eliminas un archivo lo que sucede es que se queda un espacio vacío en determinada sección del disco duro. El sistema operativo funciona más eficientemente cuando los archivos están agrupados y ordenados, esto disminuye los recursos necesarios para la gestión de archivos.
Pues bien, desfragmentar tu disco duro se encarga de apilar todos los archivos del disco dándole facilidad al sistema de operar de manera eficiente. Si retomas el ejemplo de la caja de herramientas, es básicamente como tener todas las herramientas ordenadas por tipo y tamaño, con lo que, al necesitar algún recurso para ejecutar un determinado proceso, el ordenador puede encontrarlo más rápido.
La desfragmentación se realiza yendo en Windows a INICIO, posteriormente a la pestaña de ACCESORIOS y aquí en HERRAMIENTAS DEL SISTEMA, en esta sección pulsas la opción de desfragmentar disco para programar el proceso o reiniciar para hacerlo en el momento. El proceso toma generalmente una o dos horas.
Finalmente, no olvides en mantenimiento de base para todo ordenador, una limpieza cada vez en cuando del polvo que se acumula en el hardware, principalmente en la ventilación, pues el polvo acumulado dificulta la expulsión del calor generado en el ordenador, lo que aumenta la temperatura del procesador y ralentizar su funcionamiento.