La primera gran noticia que llego con Satya Nadella luego de ser nombrado CEO de Microsoft en 2013, en substitución de Steve Ballmer, fue la compra de la unidad de negocio de telefonía móvil de Nokia, al lado de todas y cada una de las patentes relacionadas con el misma de la compañía finesas. Por aquellos entonces Windows Phone tenía, más o menos, un 4 por ciento de cuota de mercado, y Nokia por su lado pagaba (poco a poco más costoso) el no haber sabido amoldarse al signo de los tiempos. Y quien afirma signo de los tiempos, desea decir Android. La apuesta era ambiciosa, y la meta parecía imposible, pasar del 4 por ciento al 15 por ciento de cuota de mercado en 2018.

El día de hoy es imposible conocer si, de haber tomado otras decisiones, Microsoft podría haber conseguido dicha meta, mas lo que queda claro es que, hoy, ya solo puede aspirar a las pocas migas del un pastel que se reparten Google y Apple con Android y también iOS respectivamente. El inconveniente es que cada vez existen menos migas, y Windows Phone amenaza con fallecer de inanición. Gartner ha publicado el día de hoy su informe de ventas de móviles inteligentes en el planeta a lo largo del segundo trimestre de 2016, y tal como resalta Computerworld, los números del sistema operativo de Microsoft para móviles y tablets no son malos, no, son desastrosos.
En este periodo, conforme la asesora, se vendieron 1 971 000 móviles con este sistema operativo, lo que representa una cuota de mercado del 0,6 por ciento . Ahora recordemos que los datos de hace un año ya eran malos: 8 198 200 smartphones vendidos y un 2,5 por ciento de cuota de mercado en el Q2 de 2015. O sea, las ventas han bajado más de un 75 por ciento y su cuota de mercado se ha contraído hasta poco más de la quinta una parte de la que tenía hace un año. Ah, y un detalle más, los datos de Gartner se refieren a dispositivos pertrechados con Windows Phone, no solo a los modelos de Microsoft. Conforme los datos remitidos por el fabricante a la SEC estadounidense, se vendieron más o menos 1,2 millones de dispositivos Lumia en este trimestre.
Durante 2014, daba la sensación de que las cosas iban bien para Microsoft y para Windows Phone. Solo el cuarto trimestre del año ancestro, las ventas de terminales Lumia superaron los 10 millones de unidades, que es más de la suma de los 4 últimos trimestres. ¿Qué ha pasado desde ese momento? Probablemente esté relacionado con que la evolución del sistema operativo de Microsoft no ha sido capaz de sostener el ritmo de Android y también iOS. Por otro lado, los de Redmond no han terminado de ganarse a los desarrolladores de aplicaciones. Absolutamente nadie discute que las primordiales aplicaciones del mercado están libres en esta plataforma (que es ya más de lo que puede decir, por poner un ejemplo, Blackberry, que sin embargo ha sido más inteligente al desamparar su sistema operativo y “saltar” a Android), mas la percepción colectiva se resume en “No hay prácticamente aplicaciones”.
Por otro lado, su interfaz de usuario no ha terminado de encajar entre los usuarios (precisamente igual que con Windows 8), si bien acá personalmente debo romper una lanza en favor de Modern UI. Es formidablemente disruptiva, indudablemente, y debiese haber contado desde el comienzo con una “cara B” más usual, mas absolutamente nadie me va a sacar de la cabeza que la curva de aprendizaje (para usuarios que parten de cero) es considerablemente más plana y fácil con la Interfaz de Windows y Windows Phone y con cualquier sistema operativo basado en escritorio y también iconos (y dobles clics y demás). Si algo le reprocho a Microsoft a este respecto es no haber dado aún más vida a los tiles y, lo que habría sido realmente revolucionario, buscar la unificación del escritorio entre en PC de sobremesa o bien portátil del usuario y su móvil.
Fuere como fuere, hace un año Microsoft afirmó que no se rendía, mas la verdad es que ya no se aguardan más lanzamientos de dispositivos Lumia, y la apuesta de otros fabricantes por Windows Phone está en cuarto menguante. Últimamente Whatsapp ha publicado una actualización de su aplicación para este sistema operativo, poco tras anunciar que se despedía de otras plataformas (y de versiones viejas de Android y también iOS). Esta es una señal de que el sistema aún respira, mas tanto su situación actual como la evolución que ha tenido en el mercado a lo largo de los últimos años nos fuerza a proponernos una sola pregunta: ¿hasta cuando?